Dina

¡Bienvenidos a mi encantadora habitación!

Soy una mujer sofisticada, cuya mayor atracción reside en mi mente inquisitiva y mi imaginación. Adoro a las personas artísticas con una mente extraordinaria. El sexo nace de la mente, es una especie de química mental y física. Así que, déjenme conocerlos mejor antes de que explotemos en la fuente de la lujuria.

Me encanta provocar y bailar, especialmente bailar en pareja. Si estuvieran a mi lado, podríamos bailar un poco lento. Me excitan las conversaciones eróticas, las fantasías sobre sexo sin condón y los chistes verdes. Disfruto de la masturbación mutua, las charlas sucias y los juegos de rol (por cierto, tengo un disfraz de monja).

En mi show me encantan las pajas, las pajas con los pies y las mamadas (si tienen otras funciones que ofrecer, adelante). Soy bastante buena dando instrucciones y disciplinando.

Hablando de mis preferencias sexuales, me encantan dos facetas: el deseo de obedecer y el deseo de dominar. Es como una aventura para mí. Siempre es un placer obedecer a un hombre fuerte e interesante. Y no menos placer: estar encima de él. Ambas cosas me provocan una excitación y una satisfacción increíbles.

También me encanta disfrazarme y ser modelo. Tengo muchos conjuntos, lencería y zapatos. Me encantan los minivestidos y las faldas, el látex y el terciopelo, las uñas y los labios rojos, las medias y las medias de nailon, las medias de rejilla y los tacones.

Y eso es solo una pequeña parte de mí, solo un trocito de mi mundo que puedes ver a través de la cortina. Te dejaré ver mucho más, si tienes la suficiente curiosidad.

Adoro el arte. Me alimenta. Soy melómana, me encanta la música clásica y retro, y aprecio los buenos arreglos y la voz. Me encanta el jazz romántico ligero, Miles Davis, The Manhattan Transfer, Jobim y la bossa nova. Prefiero las películas antiguas de los 60 y los 80. Me encanta Marlon Brando y sus películas. En mi tiempo libre dibujo, esculpo, decoro y visito exposiciones de arte con mis amigos.

Si me sigues hasta ahora, mi oferta sigue vigente. O sea… ¡la fuente de la lujuria! ;)